miércoles, 20 de agosto de 2008

“CAMINANDO HACIA UNO MISMO”

Este ensayo trata sobre la película "Stalker" del director Sovietico Andrei Tarkovsky:





“CAMINANDO HACIA UNO MISMO”















RODRIGO ACOSTA LARENAS
11/09/2006



INTRODUCCIÓN


La libertad es algo difícil de obtener y cuando la tenemos, tendemos a huir de ella, los sueños son algo complicado de obtener y cuando se obtienen, escapamos de ellos.

Existen muchas formas de renunciar a libertad, una de ellas es refugiarse en la figura abstracta del “otro”. El hombre en palabras de Erich Fromm, debe luchar no sólo contra los peligros propios de todo ser vivo como morir, pasar hambre y lesionarse, sino de otro peligro específicamente humano: el de volverse loco. En otras palabras, debe protegerse a sí mismo no sólo del peligro de perder su vida, sino de perder su mente, todos éstos peligros los encierra La Zona.








La búsqueda de un ideal es algo que ocupa a todo ser humano, la capacidad de soñar y anhelar cosas es algo intrínsecamente humano, nos saca un paso más allá de lo meramente instintivo y nos hace ocuparnos en algo que el resto de los animales no se ocupa: “El querer ser” “El ser correcto o incorrecto”, este trabajo de tomar decisiones constantemente hace que la mayoría de las personas nos refugiemos en una “normalidad” con características homogeneizantes, que hace que el ser humano renuncie “naturalmente” a su carácter creador, libre, lo que implica un grado de responsabilidad constante en el conducir de nuestras existencias. Éste apego a lo “normal”, esta renunciación al ser libre, lleva a que todo aquello que se aleje un milímetro de los cánones establecidos sea catalogado de “peligroso” sin siquiera intentar saber algo de esto tan peligroso, de acá se desprenden las prohibiciones y otras conductas represivas, tales como el ocultamiento de algo. Un ejemplo de esto es la zona, un lugar en el que extrañamente se realizan los sueños y que se encuentra fuertemente custodiado por la fuerza militar, debido a que ahí cayó un objeto del espacio exterior. No hay un solo militar dentro la zona, sólo se mantienen en el perímetro cuidando que nadie encuentre lo que supuestamente existe ahí dentro, algo que ellos desconocen pero saben, o más bien suponen puede ser nocivo a los intereses de la revolución, no nos olvidemos que estamos en Rusia y las circunstancias de la película Stalker hacen recordar la tragedia de Chernovil, en donde el pueblo se mantuvo oculto por mucho tiempo y luego de la tragedia feroz, vinieron los niños mutantes producto de la radiación, sus padres se transformarían en los Stalkers conocedores de esa gran verdad oculta al público; pero no nos desviemos. Decíamos de la prohibición y ocultamiento de algo por su sola naturaleza distinta; o tal vez por su carácter revelador, a la zona se le teme, no es sólo respeto. La respuesta humana para una prohibición, es una rebelión; si algo se me oculta, entonces quiero conocerlo; si hay un lugar de peregrinación, entonces quiero ir hacia él, entonces se presentan las figuras arquetípicas de “El Buscador”, “El Guía” y “El destructor” y llevan al desarrollo de una historia en donde hay Algo, alguien que anhela ese algo y otra persona que quiere destruir aquello, en este viaje se producen conflictos internos, cuestionamientos de objetivos, replanteamiento de las verdades de la vida, nuestros temores, en fin un proceso de reflexión.

Cada uno de nosotros como seres humanos nos vemos enfrentados diariamente a estos cuestionamientos, y en forma constante estamos anhelando emprender una búsqueda de lo desconocido, de lo trascendente “De lo específicamente humano y de lo eterno que vive dentro de cada uno de nosotros”(Andrei Tarkovski); y no lo hacemos por temor a la libertad, por temor a la responsabilidad, dependemos de un grupo que absorba nuestro posible fracaso, reprimimos nuestro carácter para moldearlo al carácter socialmente aceptado, vivimos de convencionalismos, renunciando al carácter único de nuestra existencia. Aquellas personas osadas que se atreven a enfrentar la libertad y emprenden la marcha hacia lo desconocido, pero grandemente anhelado; se ven expuestas a los designios de la vida, o más bien al juicio de la naturaleza según sus actos, según su sinceridad para consigo mismos, sólo aquellos que son uno con lo que sienten pasarán la prueba, aquellos que han resuelto sus dudas, temores y contradicciones, aquellos que son uno con su espíritu. Los que no, deberán repetir la prueba en otra ocasión (en otra vida talvez) pero el sólo hecho de atreverse a enfrentar la verdad, los hace libres y mejores candidatos al premio en la siguiente ocasión.

Todo esto se ve reflejado en Stalker, que viene a representar el viaje que todo ser humano debe enfrentar por el sólo hecho de existir, es el viaje de la vida, en donde todos tenemos nuestra zona, todos tenemos nuestros sueños; y para alcanzarlos debemos arriesgarnos a la tempestad, debemos renunciar a lo accesorio y general, para adentrarnos en una búsqueda personal, búsqueda que sólo puede dar frutos a través del dolor de la vivencia sincera de lo que nos pasa, éste dolor nos hace más responsables con nosotros mismos, nos hace concientes de nuestro valor en el engranaje del universo. Al ser este viaje de búsqueda tan personal, deja a la persona desnuda frente a la naturaleza, ya no existe el otro a quien culpar, esto permite que se le tome el peso al ser y si pasado esto se decide seguir cargando ese peso, renunciando de esta forma a esa figura abstracta del “otro” que venía a absorber nuestras inseguridades y temeridad; entonces se ha ganado la libertad.

En Stalker, el punto de partida de este viaje lo representa la ciudad gris, carente de color. Actúa como el gran cuerpo social que todo lo reprime que todo lo absorbe, es el depositario de nuestra libertad, es la otredad, es la familia, el gobierno, la institucionalidad que seca los corazones en pos de una supuesta armonía, esa institucionalidad que despoja al ser de si mismo a favor del todo, en donde el resultante es un gran número de nadas que ven, hablan y piensan como cualquier otro y aquel que se atreve a ser como es, debe pagar el precio de ser un antisocial. El Stalker está condenado a tener hijos mutantes, producto de su arrojo, de su locura, es el precio por pensar distinto, es el costo social de soñar, pero la naturaleza es sabia y distingue, despertando poderes ocultos para el común de las personas en la Hija del Stalker. El no reconocimiento de esto por parte del guía, es tal vez la causa de su eterna condición de intermediario entre la zona y las personas, no pudiendo sacar provecho él de ese lugar.

La zona es el lugar donde queremos llegar, es un lugar distinto y cambiante, que obedece a la naturaleza del ser humano, cambia de humor y selecciona a sus invitados, la Zona, es una “zona libre”, carente de institucionalidad, está viva y como se dijo anteriormente, sólo aquellos que son uno con su espíritu lograrán adentrarse en ella, en este sentido, la figura del escritor demuestra arrojo al seguir este viaje con contradicciones aún en lo íntimo de su ser, en este sentido, esto se refleja en el texto inicial que dice: “Mi conciencia desea la victoria del vegetarianismo en todo el mundo. Mi subconciencia anhela un pedazo de carne fresca”. Al darse cuenta el escritor de ésta condición para pasar indemne por la zona, él decide seguir, pero en el camino se le plantean los conflictos propios de todo viaje hacia lo íntimo, ¿es correcto seguir? ¿si cumplo lo que quiero, entonces me quedare sin un querer?, ¿y si nada quiero, entonces para que existo?, el escritor comienza a cuestionarse la validez del viaje porque ve peligrar su fuente de inspiración, sus traumas, sus dolores. Toda búsqueda de trascendencia, supone ir dejando cosas, superando etapas. El texto: “Si se que soy un genio, ¿para que escribir entonces?, me recuerda la historia de aquella escritora que luego de ir al Psicólogo y haber resuelto todos sus traumas, nunca más pudo escribir. Me parece que este es el miedo que tiene el escritor, teme a que si se le concede la genialidad esperada, entonces no tenga más materia para expresarse en su arte. Esa, también puede ser una razón para amilanarse en el camino y conformarse con solo estar esperando que las cosas sucedan, pero este camino hacia la zona, es el camino de la vida, y a medida que lo recorremos escribimos nuestros cuentos, y una vez encontrado el premio, escribimos sobre el camino que recorrido.

El Profesor es ese aspecto de uno mismo que todo lo cuestiona, y trata de impedir que hagamos lo estamos haciendo, es el legado de nuestra domesticación, que se resiste a la existencia de un espíritu libre. Es la conciencia que quiere acallar la voz del espíritu, aprisionándolo, e incluso tratando de atentar contra él, sin importarle extinguirse a si misma.

En resumen, Stalker es la historia del ser humano libre en esencia, enfrentado a la sociedad que todo lo empareja, que todo lo amilana. Es el viaje que toda persona debe realizar para existir, tomando el valor necesario para despojarse de todos los comunes denominadores que lo han convertido en un camaleón social (en palabras de Erich Fromm) que adopta el color de su ambiente por el temor a estar sólo, renunciando así a ser él mismo. El viaje a la zona en forma conciente, es la aceptación de los genuinos sentimientos del hombre y el despojo de los disfraces que se usan en el mundo.





CONCLUSIÓN


Como conclusión, sólo diré que según mi apreciación, el viaje a la Zona es necesario en cada ser humano, y mientras más neguemos nuestra naturaleza libre y creadora, más color irá perdiendo nuestra existencia. El salir del aletargamiento y domesticación social, en donde ser igual significa ser normal, depende de cada uno de nosotros, la construcción de una sociedad de individuos libres, implica como primer punto la aceptación de esta condición de Individuos únicos e irrepetibles, cuando se acepte esa condición podrá conformarse una sociedad sana, ya que al renunciar a nuestra libertad, entramos en conflicto con la naturaleza misma del ser humano y de la vida y por ende conformamos una sociedad enferma, basada en la conformidad de que otros harán lo que debemos hacer nosotros, de que otros recorrerán nuestro camino.






BIBLIOGRAFÍA

“ERICH FROMM 1900-1980, DR. C. GEORGE BOEREE; WWW.PSICOLOGIA-ONLINE.COM/EBOOKS/PER

WWW.ANDREITARKOVSKI.ORG

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente percepción. No conozco la película, pero sí un poquitín de la vida. La idea de que la "zona" nos atrae es totalmente verdadera. Debemos aceptar ese llamado, pero a la vez debemos ser, como dice Rodrigo, sinceros con nostros mismos. No podemos ir por la vida tratando de ser "normales", negándonos la vida misma; pero tampoco siendo del montón que no quieren serlo. Solamente resta: ser nosotros mismos.

Luis Pacheco